Bueno, dejando a parte que fue una tade de julio a 35º... Las piedras són excesivamente grandes y hay "demasiadas" y a no ser que apliques mucha mucha fuerza en los giros terminas con la tabla clavada en ella y no deslizas bién. Luego, al ser roca volcánica, es muy abrasiva y la tabla nos duró poquísimo... pero bueno, fue entretenido.
Lo jodido es que con una caída terminabas hecho polvo, yo ni de niño había tenido las piernas tan "esgarrinxades" (no me sale el palabro en castellano) a pesar de ir con baqueros.