Pues la verdad es que no. Empecé a estudiarlo en Madrid y cuando llegué por aquí ya lo chapurreaba. Despues fue todo ponerse y ya está. Sobre todo fuera verguenza, que es lo peor, y complejos tambien, fuera los complejos. Dice mucho de mi, para el que lo sepa interpretar, que me viniera de Madrid a un sitio como Besalú, donde la mayoría no es que sea catalonparlante, es que lo es el 95% de la gente y el idioma de uso habitual y corriente aquí es el catalán, no el castellano. Por eso, depende de qué cosas se esté hablando, no sólo pienso en catalán y traduzco al castellano, sino que a veces hasta me cuesta hablar éste último. Y al revés tambien, depende qué cosas esté hablando, en catalán me cuesta.... (y ahora que estoy aprendiendo frnacés, imáginate el pollo mental)
En definitiva, no reniego de mis orígenes, ni mucho menos, que Madrid tiene cosas cojonudas, pero no lo cambio.