La temporada 2018-2019 no será recordada por sus grandes nevadas en el Pirineo Oriental. A pesar de la falta de nieve, el fuerte anti-ciclón ha permitido que se pudieran hacer actividades primaverales durante el mes de Febrero. Con estas condiciones, teníamos en mente un objetivo bastante ambicioso: el corredor central de la cara norte del Pic de Font Freda. La idea es subir por la canal central, de 400 metros, una pendiente media de 50º y 4 zonas de roca; para después descender por el valle sureste, que lleva hasta el pueblo de Porta, en la Cerdaña francesa.
Dejamos el coche aparcado en el Coll de Puymorens, a 1.917 metros de altura. En el parking el ambiente es muy de "alpinismo", todo el mundo con sus cuerdas, sus arneses y una sinfonía de cacharros metálicos que repiquetean entre sí al ritmo de los pasos. Parece que no somos los únicos que apostamos por los corredores ante la falta de nevadas.
Revisamos y preparamos el material y empezamos a subir sobre las 10:00, aprovechando una pista azul de la estación de Porté-Puymorens. Estamos ansiosos por meternos en la canal y subimos a buen ritmo. Pasamos por debajo del Pic de l`Estanyol y seguimos avanzando por el fondo del valle hasta llegar al pie de la ladera norte del Pic de Font-Freda.
Llegamos a la sombría pala de la cara norte del pico. Es prácticamente imposible reflejar en las fotos la imponente vertiente norte del Pic de Font Freda. Uno se siente muy pequeño ante la escarpada mole de granito oscuro.
Empezamos a subir siguiendo una traza de amplías lazadas en una zona a la sombra; nos sorprende el estado de la nieve, muy granulada y poco cohesionada. Esperábamos encontrarnos nieve algo más dura y encostrada, que es el estado ideal para una buena progresión con los crampones y el piolet.
Mi compañero llega muy cerca de la entrada de la canal foqueando, yo hace un rato que he puesto crampones. Los primeros metros de corredor son muy estéticos, con unos gendarmes de roca imponentes a nuestras espaldas. La pendiente aumenta progresivamente y ya vemos el primer resalto, que a primera vista no parece más que un escalón no muy fiero.
Llegamos al primer escalón y el estado de la nieve no ayuda; apenas es un resalto de medio metro, pero es complicado meter bien la hoja del pico piolet, no tracciona. Tampoco es fácil meter el mango, el espesor de la nieve no lo permite. Las piedras están muy fragmentadas y hay que tener cuidado de donde nos cogemos. Estas condiciones serán una constante en todo el corredor.
La tabla a la espalda y nuestra falta de costumbre en estas situaciones no ayuda. No queda más remedio que usar los pies con mucha habilidad y subir con cuidado.
Seguimos avanzando sin encordarnos y ya vemos el segundo resalto, un poco más complicado que el anterior. Este resalto es un poco más grande, de un metro aproximadamente, con una pequeña pared vertical a la izquierda. Por suerte tenemos algún saliente de roca estable donde cogernos y la forma de la roca nos ayuda a subir en diedro, abriendo las piernas. Después de salvar este resalto empezamos a pensar en encordarnos, ya hemos aprendido a no subestimar esta canal.
El tercer tramo de roca no es un resalto, se trata de un tramo de roca de unos 15 metros salpicado con pequeñas zonas de hierba y hielo. Montamos una reunión bastante solida en un saliente de la izquierda y flanqueamos hacía la derecha para atacar el tramo de roca. Sin mucha confianza, metemos un primer fisurero después del flanqueo, que cambiaremos rápidamente por un cinta en un saliente de roca. Muchas dudas en la progresión en este tramo, la caída podría ser muy fea, haciendo un péndulo contra las rocas.
Después del primer seguro, volvemos a hacer una travesía a la derecha y metemos un segundo seguro encintando otro solido saliente roca con un nudo de alondra. Salimos de la zona más delicada y empezamos a encontrar nieve continua de nuevo, que nos permite subir con más decisión y seguridad. El primero de cordada busca dónde montar una reunión solida.
Ver las dificultades del compañero desde la reunión, mientras sujetas la cuerda, puede resultar agobiante y eterno. De segundo, con la cuerda tensa y los seguros puestos; la progresión es mucho más ágil y cómoda.
Avanzamos lentamente, pero vamos cogiendo cierto ritmo. Montamos una tercera reunión para asegurar el último resalto, justo antes de la barrera de rocas podemos meter un friend muy solido en una fisura homogénea.
Volvemos a montar otra reunión después del cuarto y ultimo resalto, que tiene alguna piedra grande suelta que tenemos que controlar con mucho cuidado. Suerte que no tenemos ninguna cordada detrás.
Solamente nos quedan los últimos metros de la canal, donde encontramos nieve más dura y algo de hielo. Seguimos encordados y al llegar a la cima me siento en la nieve para asegurar al compañero a cuerpo, pasando la cuerda por mi espalda. Hago un pequeño agujero en la nieve para clavar bien los crampones y voy recogiendo cuerda y disfrutando del paisaje.
Desde la cima las vistas son muy buenas, es un balcón perfecto del Ariege y una gran parte de Andorra, e incluso del Pallars. Montamos las tablas y empezamos a bajar por el valle sureste que lleva hasta las vías del tren al lado del pueblo de Porta.
La bajada es muy agradecida en la parte superior, una pendiente bastante suave por amplias palas donde empiezan afloran algunas zonas de rocas. Después de pasar por al lado de las Canals d`en Cristau. Llegamos a una zona de bosque, que se va cerrando progresivamente. Después de un amplio llano llamado Replà de Montfillà buscamos un torrente que baja por un empinado y cerrado bosque.
La nieve está bastante transformada en este punto y el bosque está bastante sucio. Este último tramo se hace algo penoso, el terreno es complicado y estamos cansados después de tantas horas de actividad.
Con la tabla en los pies, después de cruzar algún torrente, llegamos a las vías del tren a 1.500 metros de altura. No está mal para una cara este en la Cerdaña al final del invierno.
Realmente es una actividad muy completa que te deja muy buen sabor de boca. No apta para todos los públicos, eso si. Con más espesor de nieve la dificultad puede ser ligeramente menor, incluso podría bajarse con la tabla; pero no deja de ser un terreno muy técnico y una canal de 400 metros muy vertical.
Tampoco es sencillo montar las reuniones y meter los seguros, la roca está muy descompuesta en muchos tramos. Así que es muy recomendable tener experiencia con las maniobras de cuerda, los seguros flotantes, las reuniones en roca... En resumen, en la progresión en corredores con nieve, hielo y roca.
Como siempre pasa después de actividades como esta, la imaginación se dispara y la lista de objetivos aumenta...
La actividad acaba después de 7 horas, cansados pero contentos, haciendo autostop en la carretera para volver al parking donde hemos dejado el coche esta mañana.
Salud y montaña!!