Quince dias despues de la anterior "raquetada", Jesús SnowAstur
y yo nos hemos planteado aprovechar la nieve que todavía queda en
nuestro Pirineo más cercano. La nevada de la anterior semana dejó todas
las montañas bien vestidas de blanco, y no de manera testimonial
precisamente. De todas formas somos muy conscientes que más que
aumentar un espesor de nieve ya escaso, la nevada sirvió para evitar
que se fundiera lo que todavía queda al frenético ritmo del mes de Mayo.
Salímos con un par de rutas en mente. La elección de una u otra
dependia básicamente del estado de la nieve; de su continuidad
como primera condición, de su dificultad como segunda, y de su calidad
como tercera.
Nuesta primera alternativa era subir hacia Creussants desde el
parking de la Coma, pero la discontinuidad del manto, al menos
en su parte baja, nos hizo cambiar rápidamente de idea y nos obligó a
intentar la segunda alternativa. Así que decidimos atacar "les
portelles" de Arcalís.
La zona de "les portelles" son los dos portillones que separan el
circo de Arcalís del valle de los "Estanys de lAngonella", es decir,
los pasos al valle contiguo que quedan enfrente cuando uno asciende en
el telesilla principal de la Coma. Si el estado de la nieve fuera
propicio no descartabamos la subida y posterior descenso al Pic de
Cataperdis (2805,2m).
Este era el aspecto de la parte baja de la Coma, como se puede observar, todavía queda un buen espesor de nieve.
Jesús "snowastur" comienza a dar sus primeros pasos para afrontar la subida.
freeride, o sea yo, subiendo las primeras rampas.
Vemos a Jesús en plena acción, y como telón de fondo podemos ver el
Pic de lAbeille (2788m) i a la derecha el Pic des Fangasses (2682m)
que, quince dias despues de la anterior travesía, continua teniendo un
aspecto más que envidiable. No olvidemos que estamos a un paso de
Junio.
Seguimos subiendo y ahora podemos ver con detalle cómo está la zona
de Creussants, ya que desde el parking sólo se puede apreciar su parte
más baja, y comprobamos que acertamos de lleno al escoger otra ruta.
Aunque hay nieve esquiable, lo único practicament interesante se
encuentra entre la cima de Creussants y el lago, que está cubierto por
la nieve. La mitad inferior del recorrido de descenso o se hace por la
pista de esquí, lo cual no tiene ningún aliciente, o bien se hace por
las rocas.
Seguimos ascendiendo por la pista siguiendo las huellas de esquís y
motos de nieve cuando empezamos a divisar el Pic de Cataperdis. No
tiene nieve, y nos empezamos a temer que la ascensión a las portellas
habría que hacerla sin nieve.
Miramos atrás, y contemplamos el parking de la Coma. Es maravilloso
poder ver como a estas alturas de la temporada se mantiene toda esa
cantidad de nieve. Esta parte de la estación podría estar perfectamente
abierta. Al fondo y a la derecha de la imagen sobresale el Pic de
Tristaina (2878,1m).
Hay veces que el terreno se pone especialmente cuesta arriba, y es
que cuando uno desciende con esquis o surfeando, no parece que sea tan
inclinado.
Continuamos la ascensión y ya somos capaces de divisar las
portellas. Nueva decepción. Las portellas carecen de nieve esquiable
así que hay que buscarse un nuevo objetivo, y este aparece claro y
contundente a nuestra derecha. El Port del Rat (2539,2m). La canal que
baja del Port del Rat es ancha y con una pendiente respetable, aunque
de corta longitud y menor desnivel del que nos gustaría, pero...a estas
alturas del año....me parece que tendremos suficiente, siempre y cuando
consigamos llegar hasta él.
Hemos analizado las posibles rutas y, dada la calidad de la nieve y
nuestro material, decidimos subir la Coma y flanquear a media ladera y
entre las rocas, siempre y cuando sea posible, hasta llegar al Port del
Rat. Esta es una vista del circo de la Coma, con Creussants al fondo,
según vamos ascendiendo.
Despues de una ascensión que se nos ha hecho especialmente rápida llegamos a la estación superior del TSD4.
Desde este punto la canal del Port del Rat impresiona quizás más
que desde más abajo, o quizás no, lo que está claro es que la cornisa
que se aprecia en su parte alta es respetable y peligrosa, lo que nos
obligará a andarnos con cuidado, como despues comprobamos in situ.
Empezamos a encaminarnos hacia el flanqueo lateral por un manto de
nieve, que en algunos lugares se nos antoja con una gran espesor.
Desde arriba de La Coma se da uno cuenta de lo espectacular del
paisaje, por mucho que lo tenga uno visto, el Pic de Tristaina
(2878,1m) a la derecha de la imagen, y el Pic de lEtang Fourcat
(2859,2m) a la izquierda, como cimas más altasy representativas de la
imagen. Y debajo del Pic de Tristaina, la superficie horizontal, blanca
y helada del "estany de més amunt" o lago Tristaina.
Seguimos la ruta, y dejamos atrás definitivamente la estación de esquí.
Por delante nos queda lo que será lo más duro del recorrido.
El espesor de la nieve en algunos puntos es muy respetable.
Nos vamos acercando y la nieve, no nos da tregua. Llevamos
raquetas, y aún así, a veces nos hundimos con ellas. De todas formas,
la progresión no es de momento muy dificil, aunque somos conscientes
que si la pendiente transversal aumenta tendremos problemas para
avanzar puesto que la estabilidad de la capa de nieve más superficilal
no es la que nos gustaría.
Llevamos ya un buen rato progesando y lanzamos la vista atrás para
ver lo recorrido. Desde aquí se ve mejor que desde ningún otro sitio,
que la zona de "les portelles" no tiene nieve, habrá que esperar para
intentarlo la temporada que viene.
Y nos encontramos con el primer contratiempo importante del día. Yo
me hundo hasta casi las caderas al pasar relativamente cerca de una
roca. La bolsa de aire que se ha formado bajo la nieve al derretirse no
ha permitido mi avanze. El problema surge cuando intento sacar mis pies
y mis raquetas del agujero. Despues de numerosos intentos veo que se me
ha roto una raqueta, así que tendré que continuar sólo con una de
ellas. Esto motiva que vayamos con más precaución si cabe y sobre todo
que avanzemos con más lentitud.
Ya queda menos, y mirando hacia atrás observamos la parte alta de Arcalís con un aspecto inmejorable para esta época del año.
La progesión, con el fin de evitar pendientes excesivas sobre la
nieve, se hace lenta y pesada. Sobre todo al superar desniveles
importantes al estilo "cabra montesa". Es bueno recordar que llevamos
un gran peso a la espalda, y que no es lo mismo caminar por la montaña
sin él que con él.
Estamos ya llegando al Port del Rat, no está costando sudores y más
vale parar a reposar un buen rato. Las vistas son muy bonitas y la
pendiente impone, cualquier error puede provocar una caida en cuyas
consecuencias preferimos no pensar.
y hablando de errores, cuando nos quedaba por atravesar la última
pala en diagonal, cuando ya pensabamos que el objetivo estaba al
alcande de la mano, cuando atravesabamos la zona con más pendiente,
Jesús no consigue estabilizar la capa superficial de nieve y provoca un
pequeño alud de fusión bajo sus pies. La calidad de la nieve evita que
adquiera velocidad en su caida-deslizamiento pendiente abajo, y
consigue detenerse unos 50 metros debajo mio.
Despues del susto, y del fatigoso esfuerzo de Jesús por acercarse a mi y subir los metros perdidos llegamos al Port del Rat.
La cornisa impone y, a las horas a las que hemos llegado, somos
conscientes que el ataque final al mismísimo Port del Rat deberá
esperar a una mejor ocasión. Si lo intentaramos podríamos desencadenar
la ruptura de la cornisa y su caida por la canal, probablamente con
nosotros dentro. Así que nos preparamos y comenzamos el tan ansiado
descenso. Yo, abro camino en busca de la entrada de la canal, que desde
nuestra posición, se hace completamente invisible.
Jesús me sigue atentamente.
He perdido demasiada cota, la entrada a la canal está escasamente
dos metros por encima mio. Pero a estas alturas no estoy dipuesto a
quitarme la tabla....por cierto....la tabla tambien desliza sobre
hierba :-D
Esta es la entrada de la canal del Port del Rat....y no se si lo
parece, pero la pendiente es respetable. Empieza el espectáculo.
A media bajada paro para captar algunas instantáneas de Jesús,
aunque se le ve lejos, la velocidad a la que se acerca es bastante
elevada.
Jesús acaba de bajar y se dedica a intentar retratarme.
El descenso se acabó, pero a nuestros pies se encuentra una de esas
curiosidades que a veces pasan completamente desapercibidas. Estamos
ante la boca sur de lo que debiera haber sido el Túnel transfronterizo
del Rat. Una obra empezada, pero inacabada, y que permanece sepultada
por la nieve durante un invierno de pluviosidad normal pero que, a
estas alturas de la temporada, comienza a despertar de su hivernación.
La curiosidad nos puede.
Jesús posando ante unos fenomenales carambanos invertidos de hielo
puro. Llegar hasta ellos no ha sido tarea fácil puesto que el suelo era
una gruesa capa de hielo que resbalaba como un demonio.
Es hora de irnos para casa, abandonamos el túnel del Rat.
Y miramos atrás para ver orgullosos nuestras lineas en la canal del port del Rat.
Despues de una caminata para salir de la planicie en la que nos
encontrabamos, nos ponemos de nuevo la tabla y realizamos el descenso
hasta llegar al parking de la Coma, cansados pero contentos.