2006-04-24 a las 19:06:05 5.589 visitas

Llegó el momento de la verdad. El momento que llevábamos esperando desde hacía muchos meses. Casi un año, de hecho.

Después de sufrir bastante en el último tercio de la ascensión debido al fuerte viento, y de aguantar la nevada, a ratos copiosa, que nos dificultó la visión, nos merecíamos un pequeño descanso antes de afrontar la bajada.

Pero antes de proseguir el relato para contar la parte más emocionante de la ruta, me gustarí­a volver a poner una fotografía que hice esa misma mañana, por si acaso el lector no hubiera visto la primera parte de este reportaje.

En la fotografía, el circo de Cambresdase desde Mont Louis y la gran canal que lo atraviesa, objetivo de este relato.



Jesús necesitaba recuperar fuerzas. La subida esta vez se le hizo pesada a él. Y siempre antes de un descenso de estas características es conveniente estar lo más descansado posible, pero sin relajarse demasiado. Mucho tiempo parados enfriaría los músculos demasiado.

Una vez repuestos de la subida, habiendo comido, y preparado el material hacemos una primera inspección ocular de la bajada. Observamos como la zona derecha no tiene suficiente nieve y afloran las piedras. Esto nos obligará a bajar por el lado izquierdo de la canal, el más estrecho y de mayor pendiente.

Por otra parte observamos que la nievee parece estar en bastante buen estado, sin llegar a ser polvo. Y por último vemos unas marcas en la nieve de otros esquiadores que ya han bajado antes que nosotros. Pero en vez de ser marcas de esquís esquiando, son las típicas marcas de gente que no tenía suficiente nivel para bajar y habían marcado la nieve con huellas "en escalera", dejando un terreno muy irregular y de mal esquiar.



Jesús me pide ser el primero en bajar y me dice que tanteará un poco la nieve y que buscará un buen sitio para filmar.

Por mi parte comienzo el descenso. La nieve está más dura de lo que parecía. El canto agarra lo justo siempre y cuando pase por nieve virgen, por que si paso por la nieve trinchada....en fin...un desastre jeje.

En la siguiente foto se ve perfectamente la gran roca en medio de la canal. Al fondo a la derecha el hilo de neive por el tendríamos que abandonar el circo, y más allá, las pistas de la estación, secas, sin nieve ya.



Mientras Jesús aguarda en escondido y me graba. Los primeros giros siempre son los más difíciles. Te sientes acartonado, pero no por miedo, sino por falta de fluidez al ser los primeros giros del día. Y si esto fuera poco, además son en el sitio más incómodo, el de más pendiente, el más estrecho, y el que tiene la peor nieve....aún así....me gusta.

Al final de este video cometo un fallo, un culetazo. Y he de reconocer que fue por confiarme....no se puede uno confiar.



Pasado el estrechamiento me coloqué en una buena posición e intenté fotografiar a Jesús lo mejor que pude, pero este día no fue el mejor día para sacar fotografías. Ni para él ni para mi. Son cosas que pasan.

Jesús en el último tramo del estrechamiento obligado por el gran diente.





Jesús llega a mi altura con una buena sonrisa, se lo está pasando bien el chaval. Pues disfruta, hombre!



Una vez pasado el estrechamiento la canal se ensancha bastante aunque la pendiente continua siendo muy elevada. Toda la nieve central estaba muy trinchada y sólo los laterales aún conservaban una nieve en un estado un poco mejor, y por supuesto, durilla.







En esta posición Jesús decide detenerse y comenzar a grabarme. Por mi parte decido aprovechar y encadenar unos cuantos giros seguidos. Lo mejor de la bajada, sin duda.



He de reconocer que me lo pasé muy bien en la bajada.

Y tambien he de reconocer que la alta tecnología no ha llegado a mi casa aún...así que yo no le pude grabar ningun video decente a él. Pero lo que si hice, con más buena intención que resultados es grabarle con mi móvil. No espereis un video de alta calidad, sino más bien mirarlo con algo de imaginación. Aún así....se deja ver.



Jesús me confiesa que está bastante cansado, y decide pararse en este punto. Así que toca posar.





Una imagen de la canal por donde estábamos bajando y que aún teníamos que acabar de bajar.



En el cono final, la pendiente se reduce muchísimo, y al encontrarnos a una cota relativamente baja la nieve se encuentra ya muy reblandecida.

Acabamos de realizar el descenso y nos dirigimos hacia el pasillo de nieve que nos conducirá por el circo hasta las pistas de la estación de Saint Pierre dels Forcats.

Una imagen de la canal





Y Jesús más que contento por haber conseguido bajar la Canal Ampla. No obstante llegamos al acuerdo de que esta canal había que bajarse en mejores condiciones de nieve y físicas para poder disfrutarla como se merece. Pero tampoco tenemos que olvidar que el día que bajamos la canal se encontraban cerradas ya muchas, pero que muchas estaciones, así que era un completo privilegio poder disfrutar de esta bajada.



Comenzamos la peregrinación por el pasillo lateral. La calidad de la nieve era pésima, perí² y qué? Era nieve al fin y al cabo.





Y en este punto se acaba la lengua.........pues no, no se acaba, sólo lo parece...un poco de paciencia para pasar un simple metro de longitud en el que la nieve ya había desaparecido y a continuar la bajada.



Aunque había tramos verdaderamente raros, y sino mirad las rocas como asoman como verdaderos cuchillos apunto de dejar una marca inolvidable en la suela de nuestras tablas.







Y aprovechando los últimos metros de nieve. Aquí ya nos tuvimos que descalzar y andar los 20 o 30 metros que nos separaba del primer remonte de la estación de Sant Pierre, la percha de principiantes de la zona alta.





Una última imagen de la canal, con la línea de bajada.





Y por último el mapa topográfico de la ruta realizada. En azul la lína de subida, y en rojo la línea de bajada encima de nuestras tablas, y en naranja ya a pie hasta el parking.

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