Dios ha escuchado nuestras oraciones. Esta vez se ha sacado un forfait con seguro (por si las moscas) y ha decidido pasarse por Port Ainé, donde ha tenido lugar la segunda competición del Open de FIAT Freestyle.
Montamos el chiringuito y en seguida riders y esquiadores se agolpan en las inscripciones hambrientos de kickers, saltos, módulos y quarters. En total unos 62. La prueba comienza a las 11h con un solazo espléndido pegando en el parque. Parece un casi verano empañado de blanco. Nieve a punto de caramelo, público entusiasmado apegdotado en el bar-brasería y unos competidores con ganas de darlo todo. Parece que nada puede salir mal.
Meli Freixes abre el veto con el rail de salida. Éste tiene opción a otro rail, ambos separados por unas escaleras que el rider o el esquiador puede saltar. Le sigue un salto de unos 10 metros, otro salto de unos 7 metros con opción a rail y cierran un cajón vertical, un wall ride y un quarter.
La mañana transcurre según lo previsto: risas, buen rollo y unos trucazos que hacen a más de uno levantarse y aplaudir entusiasmado. Vemos un 540 Air, un Japan Air e incluso algún inverted Aerial flat hands brutal.
Finalmente la clasificación (lo tuvimos complicadísimo)
queda de la seguiente manera:
1. Eduardo Vicente
2. Joshua Álvarez
3. Josep Balmes
4. Iván Cánovas
5. Raúl Monterrubio
6. Jordi Vilà
Chicas:
1. Alba Tabullo
2. Laura Martínez
3. Meli Freixes
Los tres primeros clasificados pros de cada categoría se llevaron respectivamente 500, 300 y 200 euros, además de sumar puntos para entrar en el Fiat Team al final del Circuito y para el sorteo del viaje a Nueva Zelanda. Los y las participantes amateurs de cada categoría se llevaron material diverso: tablas y esquís de Rossignol, máscaras, maletas, gafas, protecciones, cascos…
Fue una grandísima
jornada para todos. Tanto para los riders y esquiadores hambrientos, como para
los que querían disfrutar con una cervecita en la mano de una de los
immejorables regalos que nos puede ofrecer la nieve: un espectáculo de
Freestyle. Nuestra sed, el sábado, quedó saciada… por lo
menos hasta el 17 de marzo en la Molina.