Encerado casero

2004-01-18 a las 14:24:00 40.565 visitas
Un buen encerado, es fundamental. Una base bien encerada y acondicionada, entre otras cosas, te hará ir más rápido y ofrecerá una mayor protección frente abrasiones, protegiendo la suela.
¿Nunca te has fijado porque en una zona de escasa pendiente unas personas bajan rápido mientras otras prácticamente se quedan paradas? la respuesta está en el encerado.
Con un encerado en caliente conseguiremos por un lado que la cera penetre e hidrate más, y que el encerado dure mucho más tiempo y bajadas. Con un encerado en frio, este se va a las cuatro bajadas.
En el siguiente artículo, con nuestros humildes conocimientos, vamos a abordar el encerado de forma sencilla y con los mínimos medios y recursos.

Encerado suela
Como se aprecia en la fotografía, la tabla que vamos a encerar, tiene un aspecto blanquecino y áspero, muestra inequívoca de que necesita un encerado en caliente (es mejor encerar antes de que la suela llegue a este estado).
Previamente, he repasado y pulido ligeramente los cantos para quitar alguna marca de óxido, sin afilarlos puesto que no era necesario (para esta operación podemos utilizar una piedra de pulir o un papel de lija de grano fino).
El primer paso es limpiar bien toda la suela, para quitar los restos de cera que pueda tener y la suciedad que halla podido acumular.
Este paso es muy importante ya que si la suela no esta bien limpia dificultará que penetre bien la cera que vamos a aplicar luego.

Para limpiar la suela existen productos específicos de venta en cualquier tienda de snowboard que se precie, si no disponemos de liquido limpiador específico (mejor opción), nos podemos valer de algun producto de limpieza no agresivo (de los que respetan las superficies delicadas) diluido con agua (yo en este caso útilizo uno de tipo crema, que no daña la suela y limpia bastante bien). Ayudándome de un estropajo (de cocina normal y corriente) limpio toda la base a conciencia, dejando actuar un par de minutos antes de aclararla bien.

Encerado
Primero debemos asegurarnos de que la suela esta perfectamente seca y de que no tenga desperfectos, rayaduras más o menos profundas que deberemos reparar; de los rayonazos que apenas penetran en la suela no hay que preocuparse, ya que desaparecen tras el encerado.

Plancha y cera
Para esta operación necesitaremos una plancha y cera, existen planchas específicas, pero cualquier plancha vieja nos puede servir (no se te ocurra coger la de tu madre de la ropa). Existen muchos tipos de cera, indicados incluso para cada tipo de nieve, pero os recomiendo que utilicéis una de tipo universal con la que acertareis siempre.
Encerado
Colocamos el selector de vapor de plancha en la posición de seco (no hay que llenar el deposito de agua de la plancha), y pondremos el termostato para lana o seda. Aplicamos directamente la barra de cera sobre la suela de la plancha, esta pronto empezará a fundirse y gotear, es importante que la cera se funda siempre sin humear, si humea es signo de que la plancha está demasiado caliente y deberemos bajar la temperatura.
Plancha y cera
Una vez que empieza a gotear debemos dejar que gotee por toda la superficie de la tabla, sin pasarse, piensa que luego tendrás que retirar la mayor parte.
Acto seguido hay que distribuir con la ayuda de la plancha esas gotas de cera por toda la superficie de la tabla, formando una fina película, necesitaremos varias pasadas con la plancha para que la distribución sea lo más homogénea posible, pero hay que evitar exponer durante demasiado tiempo la suela al calor de plancha para no dañarla, y como en el paso anterior no debe humear.
Encerado
Al final una película brillante cubrirá toda la base. Ahora es necesario dejar que se enfrié y que la cera penetre bien en los poros, así que esperaremos como mínimo 20 minutos, mejor un par de horas (se puede dejar de un día para otro).
Raspado
Pasado este tiempo hay que retirar la cera sobrante, ya que el exceso de cera solo servirá para frenarnos, con una rasqueta de plástico (las mejores son las de metraquilato), iremos raspando la cera, siempre en el sentido de la punta hacia la cola, daremos tantas pasadas como sean necesarias hasta que no queden restos.
Pulido
Finalizada la anterior operación de devastado, solo nos queda pulir bien la suela, confiriéndole ese acabado característico.
Para ello, puló toda la suela con un estropajo dándole sin miedo (personalmente prefiero de los azules "no raya"), también en el mismo sentido, desde la punta hasta la cola. En tres minutos, quedará bien pulida.
suela
Como podéis observar el aspecto es netamente diferente al de partida, ya no se ven los arañazos superficiales, no tiene un tacto áspero, y visualmente ha perdido el aspecto mate y blanquecino (¿quien diría que esta tabla tiene ya 6 años?). Ahora ya esta lista para unas cuantos días de bajadas:
Fuente: Jesús Del Valle (snowAstur)
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