Puigmal, ascensión y sufrimiento - Parte 1

2006-02-12 a las 10:57:23 11.979 visitas

Antes de comenzar a explicaros este itinerario me gustaría deciros que esta ascensión, más que ninguna otra, os la cuente especialmente bajo mi punto de vista y por eso la he titulado así. Si seguís leyendo, sabréis por qué.

Desde hace mucho tiempo que me atraía especialmente el realizar el ascenso al Puigmal. ¿Por qué? Sencillo. Es una de las cimas más altas del Pirineo Oriental con 2.910m. de altitud, y, de hecho, no hay cima más alta que ésta desde la comarca de la Cerdanya hasta el mar mediterráneo.
No fue difícil convencer ni a Jesús, nuestro maestro webmaster, ni a Joan, un amigo mío de Girona, para acometer juntos esta ascensión.

Durante bastantes días antes estuvimos mirando las previsiones meteorológicas. Y la tendencia era que durante la mañana del sábado el cielo amanecería tapado en alta montaña para irse destapando progresivamente durante el transcurso de la misma. Reconozco que hay que tener algo de fe en estas cosas pero es que todos los modelos que observé, y todas las previsiones meteorológicas, especialmente las del Servei Meteorològic de Catalunya en su sección de montaña, clavaban el mismo pronóstico.

Con las ideas claras, y concienciados de que si el tiempo al final no nos daba tregua habría que volver y retirarse, nos preparamos y a las 7 en punto aparecimos en el parking de la estación del tren cremallera de "Ribes-Vila", en el pueblo de Ribes de Freser.
La aproximación clásica al Puigmal consiste en coger el tren cremallera en Ribes de Freser y subir hasta el Santuario de la Virgen de Núria, a casi dos mil metros de altura, donde también se sitúa la estación de esquí de Vall de Núria. Por cierto, este es el único medio de transporte para llegar a este lugar, así que se puede hablar sin miedo a equivocarse que es la única estación de esquí sin tráfico rodado del Estado.
Entre las 7 y las 7:30 de la mañana nos dedicamos a preparar todo el equipaje que habríamos de transportar, y aún así casi se nos escapa el primer tren de la mañana...en fin, somos un caso.

Ya en el tren, el viaje no se hace nada pesado y es que se atraviesan unos paisajes especialmente bonitos y muy poco humanizados. No me resisto a comentar que si todo va según lo previsto, de aquí a dos años gran parte del recorrido ya no se podrá admirar por que se dejará de pasar por el trazado actual, colgado en un auténtico barranco, ya que se está construyendo un largo túnel ferroviario para evitar los problemas de aludes que se producen en la actualidad.
Una vez llegamos al Santuario de Nuria, y después de medio desayunar nos empezamos a preparar...pero dentro del edifico, que fuera hace frío y pinta feo.... ;-)

Preparando el material en el parking.
Material dentro del tren.
Poniéndonos las raquetas en la estación.

El día, como digo, pintaba feo, para que nos vamos a engañar, pero ganas no faltaban, y sobre todo teníamos una fe ciega en que las previsiones acertarían y se iría arreglando el día. Si esto no sucediera, pues tampoco pasaba nada, por que el riesgo de perderse en el camino no es muy alto.
La subida y la bajada la realizaríamos por lo que se conoce como "La Coma de l’Embut", que no es más que el torrente que viene de las faldas del Puigmal y que llega hasta el mismo santuario, así que en marcha....

Mapa topográfico de la ruta
Preparativos justo antes de comenzar
Jesús comenzando la ascensión

Solamente nos queda superar casi mil metros de desnivel. Dejamos atrás las pistas de la estación de esquí de Núria. De vez en cuando se hacía algo difícil sabe por donde iban las mejores huellas por que había nevado ligeramente la noche anterior, con viento, y la niebla no facilitaba las cosas.
Joan progresa generalmente de manera más rápida que nosotros, y es que está bastante en forma... no como uno que yo me se....

Aunque hay que reconocer que en los pasos dificilillos las cosas se le complican un poco y no se lo pasa tan bien precisamente.
El primer tramo de subida discurre algo encajonado, y es mejor progresar despacito y con buena letra.

A partir del hito indicador, el camino comienza a parecerse más a una ruta de alta montaña por la amplitud de la vista...si la niebla nos dejara, claro... observad la cantidad de nieve que había....
La ascensión continua por la Coma de l’Embut, y sabréis rápidamente por qué se llama así.
Estuvimos comentando mientras parábamos a descansar la bonita imagen del embudo. Es un torrente de montaña que a simple vista tenía muchos metros de nieve encima.





Al llegar al punto más estrecho observamos completamente alucinados un gran agujero en la nieve que llegaba hasta el mismo torrente!!!! De hecho se intuye en la foto junto a mi. Además el espacio que deja disponible es bastante pequeño, y si no mirad a Joan como pasa justo por el pasillo disponible.
En las próximas fotos se ve con más detalle.

Mientras subíamos fuimos comentando lo afortunados que habíamos sido de elegir para descender la misma ruta que para ascender por que de no haberlo hecho así nos hubiéramos encontrado con este enorme agujero en plena bajada y salir de él en el caso de que nos hubiéramos caído en él hubiera sido muy muy difícil. Calculamos que tendría unos 4 metros de profundidad tranquilamente.

Jesús en pleno esfuerzo

Y un buen rato después los dos surferos maldiciendo lo fácil que avanza el travesero de nuestro compañero.... Otra paradita.....y pose!
Y seguimos subiendo....y mientras subimos vamos comprobando cómo es la nieve que pisamos. Y sinceramente muy variada. Desde dura, pasando por polvo y a ratos ventada, pero en estas cotas lo más que ha hecho el viento ha sido ir juntando la nieve polvo sin dejar que se cubriera toda la supericie.

A partir de este punto empiezo a acusar fuertemente la gripe que estaba incubando y que ya el día anterior me había dado un aviso que, ciegamente, no hice caso pensando que no sería lo que realmente era.
Joan comienza a pararse y me va esperando....la verdad es que tuvieron los dos bastante paciencia conmigo, especialmente Joan, que es el que mejor forma física tiene y el que además puede progresar mucho más rápido, por técnica, y por transportar mucho menos peso.
Las fuerzas se me van acabando y cada vez se me hace más cuesta arriba de lo que realmente es. Tengo fuerza de voluntad y con la mirada clavada en mis raquetas voy avanzando. Voy recordando otras ascensiones y se que esta ni es la más dura ni es la más difícil, pero mi cuerpo no opina lo mismo.
Mientras tanto Joan progresa entre los vientos racheados aunque a veces nos obligan a detenernos para esperar y ver si se les pasa la furia.






Y ya que paraban, me esperaban, y se partían un rato de risa a costa mio!!!! Jeje, no no, la verdad es que me hicieron muy llevadera la subida a pesar del frío, del viento, de la niebla y de mi gripe. Gracias compis!
La típica imagen que recuerdo de mi ascensión era siguiendo la estela de mis dos compañeros. Unas veces más cerca, otras más lejos.

Toca otra paradita para reponer fuerzas, y aquí ya no tengo la misma cara sonriente que la de Jesús. Es un problema eso de ir más retrasado que el resto de mis compañeros por que en el momento que deciden pararse para esperarte ellos comienzan a descansar, y si el tiempo no acompaña, como sucedía, se van quedando fríos. Mientras tanto yo llego hasta su altura y soy yo el que realmente necesita descansar con lo cual ellos todavía tienen que esperar más tiempo....es un problema y la verdad, sabe mal. Pero en fin, unas veces les pasa a unos y otras a otros.
Estamos ya bastante altos y cada vez me cuesta más seguir el ritmo y encadenar más de 20 pasos seguidos....la nieve es dura y ventada, formando olas heladas que a veces dificultan el avance, sobre todo si no estás fino.

Y al final, con rabia e impotencia, y a la cota aproximada de 2.800m, me doy por vencido. La gripe ha podido con mis fuerzas, y en este punto, en alta montaña, no me puedo dejar llevar por mis emociones más de la cuenta y tengo que reservar fuerzas para el descenso.
Mientras tanto Joan y Jesús continúan la ascensión, que ya les queda muy poquito. Y yo, pues a descansar sin quedarme mucho rato quieto por que la verdad, hacía bastante frío. Pero lo que son las cosas, la previsión meteorológica no falló, y como ya intuíamos mientras íbamos subiendo, la niebla también lo hacía con nosotros.
Mientras esperaba comienza a abrirse la niebla y me deja ver el espectáculo que se ocultaba ante mis ojos. Una parte del circo montañoso de la Vall de Núria. En concreto, y al fondo, la Vall del Noucreus a la derecha y la del Noufonts a la izquierda.
Menos mal que al menos Jesús y Joan llegaron a la cima, todavía envueltos en la odiada y temida niebla.


Las nubes se abren y podemos ver otros valles
Impresionan la vista hacía los valles de Noufonts y Noucreus

En la foto anterior se ve a Jesús en medio de un nutrido grupo de esquiadores de travesía que nos habían dado caza y que, presumiblemente, habían subido hasta Núria en el siguiente tren al que cogimos nosotros.
La bajada os la contaré en el siguiente reportaje, por que...como ya anticipaba...la niebla despejó....y los paisajes...en fin....ya los veréis...sólo decir que merece la pena...

Los campeones Joan y Jesús en la cima
Fuente: Rafa Ferńandez
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