La final de boardercross femenino puede ser interpretada con una alegoría de la fábula de la tortuga y la liebre. La estadounidense Lindsey Jacobellis tenía la victoria en la palma de la mano, trato de realizar un grab en uno de los últimos saltos, pero no consiguió planchar el truco, circunstancia que pudo aprovechar la suiza Tanja Frieden que venía por detrás y consiguió así rebasarla y alzarse con el oro. El bronce sería para la canadiense Maelle Ricker.
Tanja Frieden
Jacobellis lideró casi en solitario la última mitad de la carrera, pero perdió el oro, al tratar de realizar un backside grab en la última parte del recorrido, pero al tomar contacto de nuevo con la nieve perdió canto yendose al suelo, de esta manera Frieden consiguió adelantarla justo en la línea de meta. El entrenador de Jacobellis solo pudo mover la cabeza incredulo ante lo que había pasado, mientras que la madre de a atleta rompía en lagrimas.
¿se arriesgo demasiado Jacobellis? ha recibido muchas críticas y no seremos nosotros los que digamos si hizo bien o mal, aunque es de agradecer que los atletas den espectáculo, y no hemos de olvidar que el espíritu del snowboard es la diversión, algo que seguramente se ha perdido en los juegos olímpicos.