2016-03-14 a las 10:14:15 4.431 visitas

• • Desnivel: 468 metros (2.151m - 2.619m)
• • Dificultad: Fácil. MBE-S3.
• • Orientación: Sur
• • Duración: 3 h
• • Ascenso: 2:00 h
• • Descenso: 40 min.

Decidimos hacer una visita a nuestra vieja amiga, la "Vall d´Ulldeter". Sabemos que no está en sus mejores momentos y que la condiciones no son buenas.
El viento no la ha dejado tranquila, despeinándola constantemente, y no ha podido ponerse ese precioso vestido blanco y radiante que tanto nos gusta. Hemos pasado muy buenos momentos juntos, la conocemos desde hace muchos años y somos fieles a ella, así que vamos a buscar lo que tiene guardado en sus rincones.

Salimos desde el parking superior de la estación y empezamos a subir por las pistas en dirección oeste, bajo la atenta mirada del Bastiments, que no tiene apenas nieve en su cara este y sí algo más en su cara sur. Parece que las laderas sur y sureste de las zonas medias y protegidas del viento son las que conservan más nieve.

Llega el momento de utilizar nuestra experiencia y conocimientos, de calcular la transformación de la nieve en las diferentes orientaciones e inclinaciones. Cualquiera puede abrir huella en una pala llena de nieve reciente; para todo lo demás, esfuerzo, ganas y saber hacer. Esto forma parte del juego que tanto nos gusta; si no fuese así, hubiésemos comprado un forfait.
Decidimos subir al Puig d´Ombriaga (2.637m) por su ladera sur. Es una de las zonas que conserva más nieve y donde el manto es más regular y continuo, lo que permite bajar y subir con libertad y fluidez. Además, el terreno no tiene mucha inclinación y con el paso de la horas la transformación de la nieve será menor.


La subida tiene 2 partes. Una primera sección más inclinada con zonas de piedras, bosque y un pequeño muro final que suele tener nieve difícil, que solemos menospreciar y que siempre nos saca los colores. Más adelante llegamos a una zona plana previa a la pala somital, menos inclinada que la anterior y que nos lleva a la cima.
Para nuestra sorpresa, la nieve esta en muy buenas condiciones en esta segunda parte. Tanto es así que antes de llegar a la cima ya estamos calculando cuantas bajadas podremos hacer con el tiempo que nos queda antes de que el sol primaveral transforme definitivamente la nieve.

Después de pasar por el Coll de la Geganta llegamos a la cima siguiendo la linea de la carena y navegando por la olas de nieve que el viento ha ido formando caprichosamente. Podemos ver que la ladera sureste del Bacivers también esta en muy buenas condiciones, probablemente las mejores del valle.
Quitamos pieles y montamos las fijaciones de la split con la ayuda de una infusión caliente, muy útil para quitar el hielo y la nieve que se incrustan durante la subida.

Bajamos entre risas y gritos, esquibando piedras por una nieve amable pero no fácil, un poco pesada y húmeda y que se disfruta más cuanto mayor es la velocidad.

Llegamos al final de la pala somital volvemos a poner pieles y de nuevo para arriba que la ocasión lo merece.
En la segunda bajada ya llegamos hasta la base de la estación, hubiéramos subido en busca de la tercera alegría pero no había tiempo para más.

No os rindáis fácilmente, pues aún cuando parece que no se puede hacer nada, siempre se puede hacer algo. No dejéis de visitar a nuestra amiga, pues valora mucho el esfuerzo y siempre lo premia.
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