Cresta del Estanyol al collado del Fontfreda

• • Desnivel: 850D+ (1.850m - 2.500m)
• • Dificultad: MBEA-S3
• • Orientación: Norte
• • Duración: 6 horas
• • Ascenso: 5 horas
• • Descenso: 1 hora

Corren tiempos extraños, nunca lo hemos tenido más fácil para compartir y publicar información. Todos tenemos una cuenta en una red social donde publicar y una cámara en el bolsillo. A pesar de todo, cuesta mucho encontrar información reciente del estado de la montaña. O sigues tal cuenta y estas pendiente a los efímeros reels, o te lo pierdes.
Una lastima, como decía.

La temporada 2023-2024 será recordada como una de las peores en el Pirineo Oriental. Por lo menos es una de las peores que nosotros somos capaces de recordar, y ya llevamos unas cuantas.
Hace tiempo que tenemos ganas de ponernos los crampones y coger el piolet. Con esta sequía y estas condiciones de nieve puede ser una buena ocasión para ello. El compañero Roger recuerda una corta y bonita cresta que hizo hace un tiempo y que une el el Pic del Estanyol y el Pic Fonfreda .
Cruzamos unos whatsapps, miramos la previsión de la meteo, mapas (el BPA no hará falta con estas condiciones) y una fantástica y detallada reseña en el blog Orrius Team del compañero AndreuMa hecha con mucho cariño y dedicación.

Madrugón dominguero de rigor y subimos para la Cerdanya desde el Vallés, como tantas otras veces. Dejamos el coche en el parking de la Vignole en la estación francesa de Porté-Puymorens, uno de nuestros rincones preferidos del Pirineo Oriental.
Cargados con unos cuantos kilos extra de material de alpinismo (cuerda, arnés, mosquetones, tascones, etc). En esta ocasión decidimos dejar el APS (Arva, Pala...), son apenas 500 gramos, pero esta vez cada gramo cuenta. Empezamos a subir por una pista azul que lleva a la parte alta de la estación, pasamos por delante de la salida de los telearrastres y del bar Tramontane.

Dejamos a nuestra derecha las pistas y seguimos una traza reciente de unos rápidos traveseros que han madrugado aún más que nosotros.
Foquear por pistas no es lo mismo que foquear por terreno salvaje y el ritmo baja un poco. Llegamos casi a la cima del Pic del Estanyol, en parte gracias a la traza abierta y en parte gracias a los 10 centímetros de nieve reciente.
Después de casi 2 horas de foqueo a buen ritmo, nos ponemos el arnés, los crampones y cargamos las tablas a la espalda. Todavía nos quedan unos metros para la cima y la pendiente es fuerte aquí. Tenemos unos pocos centímetros de nieve arenosa reciente, sin cohesión, y otros pocos centímetros de nieve vieja. La subida se hace un poco incómoda con estas condiciones de nieve, pero apenas son unos 100 metros de desnivel y en seguida estamos en la cima.

Preparamos la cuerda y cogemos el piolet. Solamente utilizaremos unos pocos metros de cuerda, para que vaya lo más tensa posible, y el resto lo enrollamos al cuerpo.

Roger va primero, que se lo conoce y es lo más lógico. Aunque no es un terreno difícil, es aéreo y eso siempre impresiona. Los primeros pasos cargados con el material son torpes y molesta todo por todas partes. Poco a poco vamos cogiendo confianza y avanzando por la cresta.
Se trata de ir sorteando gendarmes de roca, a veces por la derecha, a veces por la izquierda, bajando, subiendo, evitando siempre los pasos más complicados.

Algún emocionante resbalón nos acelera el pulso, vamos pasando la cuerda por alrededor de los salientes con creatividad; y en algún flanqueo expuesto montamos una reunión con cintas y usamos un nudo dinámico como freno para proteger el avance del primero de cordada. No será necesario meter ningún tascón ni seguro flotante, aunque los llevamos.

La cresta en sí es "corta" y no tiene más de 300 metros, pero nos llevó algo más de hora y media llegar al collado. Tenemos unas bonitas vistas del Pic de la Mina al fondo, las pistas de esquí a nuestros pies y varios valles en el horizonte.
Es uno de los alicientes de las crestas, las bonitas panorámicas que tienes alrededor durante la actividad, mientras te concentras en cómo progresar por ese terreno aéreo y expuesto. No es muy exigente físicamente, pero sí muy distraída y agradable. Sin duda una actividad muy recomendable.

Llegamos al collado y dudamos un poco por donde descender. La idea es bajar con la tabla en los pies todo lo posible, pero hay poco espesor en todas partes. Decidimos acercarnos a una de las canales que flanquean la pala principal del collado, que parece que tiene más cantidad de nieve.

Después de un flanqueo un poco tenso, ya que un resbalón nos arrastraría a los 2 por los 300 metros de pendiente que tenemos a nuestros pies; por fin nos metemos en la estrecha canal, que tiene una pinta tremenda.

Tras las incomodidades y estrecheces típicas de las canales, quitamos pieles y montamos las tablas con muchas ganas de hacer los primeros giros del día.
No teníamos muchas esperanzas de hacer una buena bajada hoy, pero al final hemos disfrutado de unos cuantos giros dentro de la canal y de toda la pala del collado norte del Fontfreda, con una nieve reciente bastante aceptable.

Llegamos al fondo del valle, muy cerca de las pistas del sector de La mina de la estación. Volvemos a poner pieles y remontamos unos 150 metros de desnivel para cruzar el torrente del fondo del valle y llegar a las pistas.

Montamos la tabla de nuevo y bajamos todo lo rápido que nuestra habilidad nos permite por una pista azul con nieve primavera, que nos lleva de nuevo al parking de la Vignole.
Cansados pero contentos, después de 6 horas de una completa y bonita actividad donde poner en práctica nuestros conocimientos de montaña y alpinismo. Terapia vertical que le llaman algunos...

Salud y montaña!!